Fidel Castro es el hombre más tierno que he conocido. Gabriel García Márquez El planeta está lleno de necios, embusteros y malhechores que, pese a tener defectos muy notorios, cautivan al prójimo. La lucidez nunca fue indispensable para persuadir a un individuo de apoyar una causa. Tampoco, desgraciadamente, se ha necesitado que un hombre de moral impecable, alguien digno del encomio más sincero, nos invite a respaldar una ocurrencia para patrocinarla con entusiasmo. Lo cierto es que no se requiere de grandes talentos para recibir la colaboración del semejante cuando, ante todo, apelamos a sus sentimientos. La consagración de aventureros obedece a este entendimiento, puesto que sus partidarios son alimentados por las pasiones, excluyendo los mandatos racionales. Conmovidos por la cruzada que desearían protagonizar, encuentran en sus ejecutores a sujetos idóneos para ser venerados. La identificación con su lucha puede ser tan fuerte que, en ocasiones, toda una generaci...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.