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Mostrando entradas de febrero, 2013

El fenómeno de comprar opositores

Pero éste rechazó la segunda condición después de haber aceptado la primera porque ella ya no le planteaba una cuestión de intereses, sino una cuestión de principios y, a la inversa de los intereses, los principios no son negociables. Mariano Grondona Cuando una persona no tiene principios ni valores que la restrinjan, su venta es perfectamente posible. Lo único que puede dificultar esta operación es el precio. En general, los individuos acostumbran pedir más de lo que valen sus productos, causando el disgusto del comprador. Siendo la pretensión demasiado alta, los comerciantes empezarán una suerte de disputa que finalizará cuando nadie se sienta del todo engañado. Es innegable que un lance como éste podría ser evitado si, en vez de proponer la transacción, se optara por el apoderamiento ilegítimo. Un ladrón no tiene que sufrir por las obstinaciones del mercader. Empero, como la tradición es contraria al despojo, conviene decantarse por las molestias de una negociación.

La virtud de ser autodidacta

Estudiábamos no por una carrera, sino por el estudio mismo. Karl R. Popper Hay pocos actos tan patéticos como jactarse de tener un título profesional. Históricamente, los certificados otorgados por academias, institutos o cualquier otro centro educativo no han garantizado superioridad en ningún campo. A lo sumo, si se cumplió con el deber de asistir al aula –obligación que no infunde mucha simpatía–, podría ser acreditada la paciencia del estudiante. Sin embargo, como es sabido, sentarse frente al profesor no asegura que se amplíen los conocimientos. La infertilidad es peor cuando el educador se distingue por las idioteces. Con regularidad, la docencia es una fuente inagotable de invitaciones al bostezo, pero también, debido a los dogmas que se dictan, puede provocar legítimas irritaciones. Más de una vez, las personas brillantes han adquirido esa condición a pesar de los maestros que, durante su vida entera, les tocó aguantar. Es frecuente que los principales ob

La imborrable marca del régimen

Piedad por el culpable es traición al inocente. Ayn Rand Todo individuo tiene la obligación ética de responder por lo que hace. Incumplir este deber es glorificar tácitamente una condición indigna de la libertad. El abandono de la esclavitud nos transforma en los únicos amos, aquéllos ante quienes ningún destino podrá reinar. No habrá otra palabra que deba ser escuchada mientras la existencia sea juzgada. Subrayo que, cuando un hombre decide tener conciencia moral, empieza la ponderación de sus actos, evaluándolos para determinar si son buenos o malos. Esto significa que, siendo soberanas en la elección de su proceder, las personas deben ser estrictas al valorarlo, pues los veredictos del prójimo no tendrán esa legitimidad. No obstante, por oponerse a censurar sus propias bajezas, descartando cualquier clase de arrepentimiento, la opinión ajena puede servir para sentenciar al semejante. No aludo a una resolución judicial, cuyo contenido gusta de las ilegalidades, sino a

Combate intelectual

Yo no soy un hombre, soy un campo de batalla. Friedrich Nietzsche En el afán de buscar la verdad, los hombres no tienen que renunciar al conflicto. Las necedades no acostumbran ceder ante actitudes caballerescas. Admito que, a través de la persuasión, utilizando un tono cordial, delicado y melodioso, varias personas podrían reconocer sus equivocaciones. Cuando hay individuos que creen bastante humano cometer un error, por lo cual están dispuestos a revisar sus posiciones, es viable realizar la enmienda sin mayores dificultades. El problema es que muchos sujetos están gobernados por la terquedad, impidiendo cualquier crítica lanzada en contra de sus opiniones. De nada sirve que, sistemáticamente, se intente comenzar un diálogo, establecer una relación para identificar juntos las barbaridades del semejante, pues esa gentileza no les interesa en absoluto. La única efectividad que puede constatarse en esas circunstancias se presenta gracias al combate. Así, la diplomacia de