Caído del tiempo

- - El populismo es una tendencia política que, debido al lastimero nivel de sus sociedades, se mantiene rubicunda en América Latina. Hay todavía la ilusión de que las clases populares –obreros, campesinos pobres e indígenas– sean gobernadas por un caudillo destinado a enriquecerlas en perjuicio de los supuestos explotadores forasteros y nacionales. Se pueden perder muchas décadas, estropearse períodos globales de bonanza, desportillarse avances institucionales del sector público, quitarle confiabilidad al sistema electoral; con todo, nunca finará esa pasión por el mesianismo izquierdista que sienten cuantiosos latinoamericanos. Como la izquierda está emporcando diversos países de Sudamérica, respaldar a Morales Ayma era obligatorio. El apoyo no fue a la democracia boliviana, sino al Presidente, quien ha cuestionado sus reglas desde que se hallaba en el frente opositor, fastidiando con marchas, bloqueos, linchamientos y tráficos ilícitos. El lunes 15 de septiembre, los funci

- - La megalomanía es una característica del totalitarismo. El Gobierno tiene pretensiones exorbitantes, pero no cuenta con la capacidad requerida para materializarlas. Hay un texto constitucional que persigue trastornar Bolivia; sin embargo, existen también negaciones de la realidad al oficialismo, hechos que prueban cuán engañosa fue su postrimera victoria. El fraude puede sustentar triunfos momentáneos, incluso ensoberbecer a burócratas; no obstante, estar imposibilitado de visitar algunas zonas del Estado destroza toda ilusión electoral. En otras palabras, el porcentaje sobrecogedor que les dio la consulta vinculada a la revocación de autoridades nacionales y departamentales no se manifiesta en un dominio efectivo del país; para varias regiones, su férula es preponderantemente virtual. Habiendo este mentís al poderío propalado por los seguidores del régimen que infesta hoy el Poder Ejecutivo, las acusaciones empiezan a ser congruentes con su delirio de grandezas. En sus m