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Mostrando entradas de agosto, 2018

Frente al pesimismo y la candidez

¿Quiere decir esto que deba abandonarme al quietismo? No. En primer lugar, debo comprometerme; luego, actuar según la vieja fórmula: no es necesario tener esperanzas para obrar. Esto no quiere decir que yo no deba pertenecer a un partido, pero sí que no tendré ilusión y que haré lo que pueda. Jean-Paul Sartre En el análisis que realiza de la cultura occidental, Emmanuel Berl opta por quitar igualmente autoridad a pesimistas y optimistas. Conforme a su criterio, las experiencias que hemos acumulado hasta el momento estarían en condiciones de motivar ambas posturas. En efecto, así como, con facilidad, podemos hallar más de una razón para subrayar la perversidad e infamia de los hombres, es también posible conmoverse frente a las acciones del prójimo. No negamos que hubo esa monstruosidad mayúscula de Auschwitz ni, menos todavía, las hambrunas o los abusos originados en el ejercicio arbitrario del poder. Cualquier época sirve para notar injusticias. Con todo, la mira

Denegri o cuando la televisión no es basura

La cultura no salva nada ni a nadie, no justifica. Pero es un producto del hombre: el hombre se proyecta en ella, se reconoce; sólo le ofrece su imagen este espejo crítico. Jean-Paul Sartre El imperio del mal gusto y la frivolidad es apabullante cuando se toma contacto con los medios. Nos topamos con creaciones que contradicen la supuesta inteligencia superior del hombre. Existe una suerte de competencia que, al final, encumbraría a quien nos exigiera el menor esfuerzo reflexivo. Predomina la creencia de que su público está compuesto por homínidos cuyas mentes no soportan ni siquiera una operación aritmética. No es un mal novedoso, puesto que está presente en distintas épocas. Sin embargo, la situación ya habría superado las pésimas expectativas que se tenían al respecto. En especial, la televisión sirve como clara prueba de tal degradación. Es que casi todo en ese campo parece haber sido preparado para el embrutecimiento y la banalización del espectador. Felizmente,