Al mirar hacia el pasado, se siente orgulloso de lo que ha conseguido. Está seguro de la superioridad del presente sobre el pasado. No está satisfecho con el presente y busca progresos futuros. Leo Strauss El año 1793, época en que la modernidad estaba exultante, Condorcet escribió su Esbozo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano . En sus páginas, los lectores pueden hallar una frase que sintetiza el credo del momento: «La capacidad de perfeccionamiento del hombre es realmente infinita». En efecto, siguiendo la línea de Turgot, su maestro y fundador de la concepción optimista del progreso, ese autor estaba seguro de que las mejoras eran inevitables; por ende, resultaba comprensible que nos embriagara la ilusión. No cabía sino aprobar el entusiasmo despertado por quienes desdeñaban lo pasado. Existía un género humano y, en consecuencia, una sola historia del mundo, la cual nos mostraba el adelanto que se había tenido desde los tiempos cavernarios. Toda...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.