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Mostrando entradas de enero, 2007

La patraña del renacimiento histórico

El año 1792, luego de que quienes acometían debelar a los revolucionarios galos cayeran derrotados en Valmy, Johann Wolfgang von Goethe profirió su célebre aserción: “Desde aquí y desde hoy comienza una era de la historia universal, y vosotros podréis decir que fuisteis testigos presenciales”. Ciertamente, la transfiguración del mundo estaba siendo impulsada por individuos resueltos a edificar un nuevo marco político, una sociedad que rechace cualquier absolutismo palaciego. Las batallas libradas tenían objetivos claros e innegablemente alabables, puesto que buscaban darle mayor libertad al Hombre. Las grandes revoluciones de la Modernidad llevaron a cabo cambios tan importantes que sus lineamientos siguen siendo apreciados actualmente. No fueron sucesos anodinos; constituyen auténticos hitos históricos: Estados Unidos, con principios liberales, proclama su independencia y permite variadas ensoñaciones republicanas; Francia, rebosante de un espíritu libertario excepcional, devasta una

Deleites que justifican el hecho de seguir viviendo

A Jorge Luis Borges · Adquirir un libro nuevo, revisar sus páginas y oler la tinta que dimana todavía de su interior. · Descubrir un texto maravilloso entre los volúmenes usados que algunos cretinos vendieron a precios hilarantes. · Memorizar palabras rebuscadas. · Matear escribiendo artículos, ensayos o narraciones autobiográficas. · Apreciar la obra de un pintor virtuoso. · Beber vino tinto, Black Label o José Cuervo. · Escuchar a los genios de la música clásica y del inmarcesible rock. · Comer sin escrúpulos dietéticos. · Tener sexo con la mujer amada, largamente deseada o apenas conocida gracias al inescrutable destino. · Llegar a los tocamientos impúdicos y recíprocos en la sala de estar, acostados o arrodillados, mientras que, arriba, ambos padres alaban la caballerosidad del pretendiente. · En la madrugada del día domingo, encontrarse con una beldad que, desde hace mucho tiempo, tiene ganas de ver el amanecer al lado de uno. · Mirar un largometraje acompañado de un

En este día de furia

A la memoria de Alcides Arguedas y José María Vargas Vila - Dos años en el ejercicio libre de la profesión menos decorosa del mundo (abogacía), para mí, han sido suficientes. Que otros estraguen a juzgadores, fiscales, policías y burócratas inverecundos. Si bien mi billetero puede quedar exánime, prefiero tener una miseria sin desdoros antes que un patrimonio repugnante. Durante cinco años, aunque la Universidad nunca lo exigió, estudié con el propósito de alcanzar todas las cumbres académicas posibles. Encontré a preclaros educadores, pero comprobé también que los necios osan portar el título de maestro . En síntesis, comportando los miasmas facultativos, me preparé para salvaguardar seriamente la Ley, pues esta sociedad levantisca no tiene otro salidero si desea desarrollarse. El descorazonamiento fue total. La ignorancia, desidia y estupidez han emporcado lo que algunos románticos denominan aún justicia boliviana . Ello no sorprende, ya que sus operadores son abogados, es decir, suj

El redentor de América Latina

He fracasado en escuchar plenamente las alocuciones del señor Hugo Rafael Chávez Frías, candidato a presidente vitalicio de Venezuela. Aun cuando ingerí diferentes sedativos y cerré los ojos para no distraerme por su estremecedora efigie, la faena fue imposible: ningún sujeto racional podría quedar sereno tras haberle prestado atención. Icono del izquierdismo totalitarista, el comandante caribeño expele rapapolvos, amenaza con mezquinar su hontanal petrolífero, demanda saciar todos sus estrambóticos deseos. Él está convencido de que nadie lo puede reemplazar. Es un caudillo único, viripotente, populachero e intrépido. Desde su perspectiva, Simón Bolívar se amistó con Karl Marx y decidieron volver a la vida terrenal en un solo cuerpo, uno vanílocuo con delirio de grandeza. Merced al engendro, las miserables naciones latinoamericanas zanjarían sus dificultades para obtener mayor bienestar. Mas, debido a que la reencarnación se da en una misma persona, sólo él podrá concretizar dicho anhe

Encastillamiento intelectual

“Solitario destino: otros viven diversamente, dispersamente; mas el pensador se consume en sí, como la cera, alumbrando”. Franz Tamayo Solares, Proverbios sobre la vida, el arte y la ciencia (fascículo segundo). - La idiocia de muchos congéneres ha obligado al filosofador a decretar su propio aislamiento. Una vez descubiertas las alegrías del encierro voluntario, aquél permanece así durante las jornadas requeridas para ultimar sus especulaciones. Arreciando el torpor colectivo, nada disculparía relacionarse abiertamente con los gaznápiros; inteligenciado de que la reflexión procrea cuando han fenecido las bullas citadinas, yo labro solo, sonriendo a mis volúmenes, persiguiendo explicaciones. Ellos, sobresalientes memos, ignoran la fortísima convicción que me conduce hacia el recogimiento [1] . Regularmente, la extravagancia de aislarse hace que los negados sambeniten a quien incida en ella. Apologistas del trabajo grupal, repudian las acciones desarrolladas por un sujeto, pues, confor