También es posible (y éste es el caso de América Latina) intentar la emulación, y al no tener el éxito esperado, refugiarse en la mitología como explicación para el fracaso e invocación mágica de un desquite futuro. Carlos Rangel La protesta de los latinoamericanos que, desde posiciones izquierdistas, se consuma frente al resto del mundo es patética. Son lamentaciones de hombres que no quieren asumir sus fracasos, por lo que inventan confabulaciones, enemigos y predestinaciones astrológicas. Según este criterio, hay aquí sólo sujetos que, cuando rompen el grillete de las oligarquías, acceden a un estadio supremo. El universo les habría otorgado una serie de dones que no admiten comparación alguna. Tristemente, aunque sean buenos por naturaleza, dignos del presente más placentero, la malicia de países con alma demoníaca les ha prohibido tener una realidad que sea grata. Serían, pues, víctimas de la voracidad que colonialistas e imperialistas han alentado durante varios s...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.