En síntesis, la adopción de la reflexión política consiste en aceptar que el mundo no está determinado en exclusiva por la necesidad natural, sino que es susceptible de elección humana. Michael Oakeshott No es una creación divina ni tampoco un engendro de la naturaleza. Desde hace siglos, con la llegada del mundo moderno, gracias a Hobbes y otros pensadores, el Estado debe ser considerado como una invención del hombre. Dado que no somos perfectos, ni mucho menos, lo mismo podría ocurrir con nuestros productos. Se trata de una creación falible, mejorable, aunque también susceptible de ser destruida. Como sucede con una herramienta, puede pasar que ya no resulte útil; en consecuencia, preservarla sería un despropósito. Nadie quiere un martillo, por ejemplo, que no sirva para golpear nada. Parte de su esencia tiene que ver con esa función. Por supuesto, un asunto capital radica en saber para qué sirve. Porque tiene que haber alguna explicación al respecto. El Estado...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.