El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la razón. Miguel de Unamuno y Jugo El romántico es aquél cuya mentalidad evidencia un predominio de lo sentimental. Frente a la posibilidad de usar su capacidad racional, esta persona reivindica el sendero señalado por emociones, pasiones, arrebatos e instintos. Existe la convicción de que, procediendo así, actúa del modo más compatible con su naturaleza. Los argumentos que lo distancian de la espontaneidad, del impulso provocado por sus vísceras, sin interesar las repercusiones, no se admiten como válidos. En su versión extrema, esta especie de tendencia no sirve sino para permitir el retorno del oscurantismo. Nada favorable puede resultar de un ataque radical a la razón. Reconozco que la presencia de hombres preponderantemente cerebrales no asegura ninguna felicidad; como se sabe...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.