Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

Dialogando acerca del compromiso intelectual

- -

Filosofía de la irreverencia

- Hay un coraje solitario que pocos pensadores conocieron: osar ciertos pensamientos. Franz Tamayo Con fruición, he leído cada línea de Ícaro (La Paz: Plural 2008), la nueva obra que Roberto Barbery Anaya escribió mientras se caía del tiempo [1] . El volumen contiene reflexiones filosóficas que, adoptando el aforismo, las formas ensayísticas o aun incidiendo en la poesía, provocan a quien gusta de rebelarse contra los lugares comunes, preconizar su singularidad mediante un rechazo axiomático al idiotismo y la ovación plebeya. Las páginas que componen el título consolidan a su autor en la zona donde, a partir de los sofistas, han habitado solamente pensadores insumisos, seres cuya disconformidad agobia cualquier expresión del oscurantismo. El libro se halla dividido en tres partes principales. Cada sección discurre sobre una veta que, para gozo del pensamiento crítico, Roberto ha decidido explotar. Antes de abreviar las características que poseen sus distintas fracciones, no es ocioso