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Mostrando entradas de abril, 2013

El hartazgo como necesidad vital

La alabanza y la censura, la aprobación y la desaprobación, ya sean científicamente justificadas o no, son tan esenciales a la vida normal de la sociedad como a la del individuo. Arthur Koestler Cuando pasan inadvertidas las exageraciones, sin importar el ámbito donde aparezcan, es válido afirmar que no se tiene una facultad de gran valor. Un hombre que pretenda tomar decisiones serias, las cuales no estén en disputa con la racionalidad y el buen gusto, debe notar los excesos. Los mortales que aspiran a ser prudentes, por ejemplo, tienen la obligación de trabajar ese atributo. Según su óptica, se nos aconseja evitar los extremos porque, supuestamente, no habría sitio allí sino para el peligro. Respecto a esta posición, es oportuno acentuar que la radicalidad no merece sólo cuestionamientos; por el contrario, actitudes como ésa pueden mejorar nuestra existencia. En general, las tibiezas han servido para reconfortar a los mediocres, cobardes e ineptos. Ello implica la n

Salvador Allende, un destructor beatificado

La ilusión democrática de que existe algo como el gobierno del pueblo ha sido siempre una constante invitación a usurpadores y nuevos monopolios. Ralf Dahrendorf El 22 de agosto del año 1973, los diputados chilenos aprobaron, en su mayoría, un documento que señalaba las arbitrariedades perpetradas por Salvador Guillermo Allende Gossens. Esos atropellos evidenciaban su rechazo a las libertades que, desde hacía bastante tiempo, habían sido reconocidas para proteger al individuo. Según lo expuesto por los parlamentarios, se denunció el financiamiento de grupos armados, secuestros, torturas, confiscaciones e intensos ataques al periodismo. Todo parecía revelar el deseo de instaurar una dictadura que abrevara del comunismo. Los límites que colocaba la democracia liberal a su presidencia se vulneraron sin escrúpulos de ningún tipo. Es pertinente resaltar que, en diversas oportunidades, la Unidad Popular embistió contra jueces, legisladores y otros representantes de instituc

Fariseísmo de izquierda

                               Integridad es la coherencia entre lo que se cree,                                 lo que se dice y lo que se hace.                                                                  Carlos Alberto Montaner En política, la hipocresía moral reconoce a los izquierdistas como sus abanderados. Es verdad que, en cualquier sitio del planeta, ellos acostumbran distinguirse por las tonterías. Los hombres de ideas se han divertido gracias a esos disparates que, aunque resulte desconcertante, defienden con apasionamiento. Ejercitar la razón es viable cuando proposiciones tan desatinadas son expuestas ante nosotros. En consecuencia, su dogmatismo ha propiciado la oportunidad de forjar teorías que desacrediten las aseveraciones del colectivismo. Resumiendo, hubo momentos en que fue posible, así sea fugazmente, discutir sobre la necedad de todo determinismo, incluyendo aquél planteado por Karl Marx. Empero, hace mucho tiempo, se desistió de mantener u