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Mostrando entradas de diciembre, 2008

La política como fascinante destino de académicos y artistas

- A Fernando Baptista Gumucio - - - La política llenó de humo el cerebro de Malraux, envenenó los insomnios de César Vallejo, mató a García Lorca, abandonó al viejo Machado en un pueblo de los Pirineos, encerró a Pound en un manicomio, deshonró a Neruda y Aragón, ha puesto en ridículo a Sartre, le ha dado demasiado tarde la razón a Breton… Pero no podemos renegar de la política; sería peor que escupir contra el cielo: escupir contra nosotros mismos. Octavio Paz, El ogro filantrópico . - Hace muchos años, tal vez persiguiendo el disenso con su egregio perro, Arthur Schopenhauer afirmó: «El Hombre es un animal que tiene la funesta manía de pensar». Pese a lo rotundo del aserto, cabe notar que no todas las personas se dejan llevar por el aguijón de los ejercicios intelectuales, especulaciones, «mentefacturas», como las denominó José Ortega y Gasset. Ampliando esta idea, encuentro que quienes tienen la costumbre de realizar tales actividades pueden ser colocados en dos ámbitos. P

El peligro de acostumbrarse al horror

- Cuando una imagen tremebunda, capaz de ocasionar pánico y huidas estruendosas, se repite con asiduidad, su impacto disminuye paulatinamente hasta no estremecer a nadie que la haya visto en anteriores oportunidades. El asombro que nos agitaba sin apuro, fundando perplejidades sobre nuestro existir, se vuelve parte de una cotidianeidad tan desabrida cuanto bostezante; así, los sobresaltos encuentran espacio entre quehaceres, rutinas e inofensivos accidentes del día. Siguiendo esta línea, me parece beneficioso recordar que Erich Fromm caviló acerca del «escalonamiento de la brutalidad» para criticar a esos estrategas que, tras los multitudinarios decesos de las dos guerras mundiales, pueden figurarse escenarios donde los muertos sean millones, mas no experimentar ninguna conmoción al hacerlo. Según parece, la repetición del espanto, al igual que su abundancia, termina absorbida por el desdén. Habituado al incumplimiento de las normas que garantizan una convivencia civilizad