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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Una palabra detestable: pueblo

No sólo se adula a reyes y poderosos; también se adula al pueblo. Hay miserables afanes de popularidad, más denigrantes que el servilismo. José Ingenieros En el universo de la demagogia y los discursos intelectualmente desechables, no existe término que lo supere. Es verdad que, con los partidos de masas, el empleo del vocablo ganó intensidad, asediándonos cuando llegan las elecciones. No interesa que se trate de un cargo insignificante, una minucia dentro del aparato gubernamental; su pretendiente hablará al respecto. Él tomará un micrófono y, a voz en cuello, proclamará que es una criatura de las masas, su intérprete o, por lo menos, quien puede inmolarse para favorecerlas. Por desventura, estas tonterías se contagian a otras organizaciones. En efecto, los supuestos detractores del populismo son asimismo proclives a cometer esos absurdos. No aludo a una simple mención de su importancia; cuestiono la divinización, un encumbramiento que es del todo criticable, pero ta

La originalidad en aprietos

Ser original significa volver al origen. Antoni Gaudí La inmodestia suele conquistar a cuantiosos sujetos que trabajan en el ámbito intelectual. Nadie niega que, por el hecho de reflexionar con autonomía, relegando prejuicios, dogmas y demás falacias, justifiquen una sincera felicitación. Si el mundo tiene aún esperanza de mejorar, ésta puede ser alimentada por ellos, esos hombres que aprecian algo tan brillante como una buena idea. El problema es que, aunque se trate de un interés auténtico, sus secuelas pueden tornarse perjudiciales. No me refiero al daño causado a terceros; estoy imaginando reveses que uno mismo perpetra en su contra. Entre otros casos, esto se presentaría cuando, erróneamente, creemos que hicimos un fabuloso descubrimiento, una notable invención o, por lo menos, alguna ocurrencia digna del recuerdo. No habría ningún inconveniente si lo planteáramos sin engreimiento, puesto que las equivocaciones al respecto son excusables; empero, cuando pregonamo