La tiranía es, indefectiblemente, el peor de todos los males, el mayor maleficio que puede afligir a una sociedad. Jorge L. García Venturini Aun cuando no sirva de consuelo, aclaro que nunca lo consideré una persona confiable, peor todavía digna del apoyo en las urnas. Desde sus tiempos en la oposición, cuando bloqueaba caminos, agrediendo a policías, militares, pero también al ciudadano que sólo quería trabajar, su actitud no era sino incompatible con el orden democrático. Sus demandas tenían el infaltable sello de la intransigencia y, además, las prácticas violentas. No le importaba cuánto daño se causaba para obtener ciertas ventajas en favor del grupúsculo que representaba, los productores de hoja de coca, elemento indispensable para elaborar cocaína. Yo sé que dicha planta puede tener usos lícitos; sin embargo, los sembradíos excedentarios, patrocinados por sus luchas, cuentan con otro destino. Resumiéndolo, ya cuando irrumpía en la esfera política, no parecía ofre...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.