Que un alma insatisfecha insurja contra las demás, no es envidia, como piensa la torpeza de tierra adentro. Esa ruptura, antes que incidente de individuos, es un fenómeno social. Fernando Diez de Medina La indulgencia y el deseo de no molestar al semejante, aunque sea éste un connotado cretino, se han convertido en problemas que contribuyen a ensombrecer nuestra realidad. Pocos errores son tan graves como creer que debe imperar exclusivamente la paz. No es necesario que aguardemos demasiado tiempo para notar, con claridad, cuán ineficaz resulta tener esta posición. Los apóstoles de la benevolencia impiden mejoras, pues defienden actitudes favorables al desdén por lo que se lleve a cabo en esta vida. Por más que se haga para evitarnos molestias, consentir una maldad es igual a obviarla. Lo correcto es denunciar, sin temor de por medio, las irregularidades que percibamos a diario. La tarea cumplida por los que obren así es digna de alabanza. Esos individuos serán los que...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.