Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2009

Hacia una victoria insuficiente

- El 12 de octubre de 1936, tras escuchar las arengas e imprecaciones franquistas del general José Millán Astray, célebre por su apego a la muerte, Miguel de Unamuno y Jugo habló sin que las charreteras pudieran arredrarlo. Como siempre, la refutación de este pensador fue urticante para quien causó su lanzamiento; otra vez, proclamaba lo que le parecía correcto, subrayando asimismo las falsías del eventual contrario. En la ocasión de marras, dirigiéndose a los falangistas y al necrófilo militar que habíalos excitado previamente, dijo: «Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha». Fue así como el apasionado belicista originó uno de los discursos más ilustres que un meditador haya lanzado contra la soberbia del poder. Meses después, el arrojado filósofo moría encerrado en su domicilio, restricción que se le impuso por no apoyar la cruzada de Fran