El pensamiento rebelde no puede, por lo tanto, prescindir de la memoria: es una tensión perpetua. Al seguirlo en sus obras y sus actos tendremos que decir siempre si permanece fiel a su nobleza primera o si, por cansancio y locura, la olvida contrariamente, en una embriaguez de tiranía o de servidumbre . Albert Camus En «Funes el memorioso», Borges sospecha que su protagonista, quien podía recordarlo todo, era incapaz de pensar. Le faltaba generalizar, abstraer, ir más allá de un panorama evocado sin falta. En efecto, podemos contar con una buena memoria, pero eso no garantiza que otras facultades mentales –imaginación, voluntad, al igual que, desde luego, la inteligencia– formen parte de nuestra realidad. Cabe resaltar que, en ocasiones, una consecuencia de reflexionar sería olvidar. Ciertamente, para evitar mayores inconvenientes, suprimir algún recuerdo puede resultar necesario. Es que, cuando alguna desventura nos acompaña de manera permanente, intoxicando e...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.