Roberto Barbery Anaya
Sin necesidad de apelar a corrientes seculares de la filosofía, encontramos recetas menos crueles en otras religiones para alcanzar la perfección, como en el caso del budismo. El Nirvana supone exactamente lo contrario de la piedad cristiana. Elimina el Karma. Es decir, elimina el dolor. Ya no hay un “yo”, predeterminado por sus antecedentes, rumiando culpa y arrepentimiento. Es la ausencia de pecado... Así, la perfección en este caso, se relaciona con la libertad del que no tiene ayer ni mañana: que está “apagado”, en plena comunión extática consigo mismo, en un sólo instante eterno...
No es ociosa la relación de pensadores como Schopenhauer, Nietzsche, Camus, Borges o Cioran con ciertos aspectos de la filosofía oriental. La perfección singular exige separarse libremente de los valores que esclavizan al rebaño, hasta llegar inclusive a separarse de sí mismo, venciendo el dolor...
Una caída del tiempo.
Nota pictórica. Dédalo e Ícaro es una obra de Frederick Leighton.
Comentarios
A mi consideracion este fragmento aporta con su granito al pensamiento individualista en su relacion con la humanidad.
Es muy saludable leerlo Roberto Barbery.
Saludos
Por eso es que valoro muchísimo este texto. No solamente por su importancia, en un momento donde aunque se advierte el resquebrajamiento de la humanidad, la esperanza aún nos guiña el ojo permanentemente, sino porque nace de la pluma de Roberto Barbery Anaya, con la venia de Enrique Fernández García que se caen del tiempo para beneficio de quienes tenemos el gusto de "desconocerlos" en el mejor y más grato sentido de la palabra. ¡Enhorabuena!
q oportuno
y es eso, la magia de la vida, q cosas como esta lleguen el momento preciso
gracias
y como siempre un placer leerte
MaJo