A ella, con la esperanza de hacerla sonreír.
El vínculo nació gracias a una de mis disquisiciones filosóficas. Recuerdo que le molestó mi comentario acerca del patriotismo: con solemnidad palaciega, bebió su limonada e infravaloró el razonamiento, argumentando que declararse apátrida era mariconería pura o desdén absoluto por los problemas nacionales. Además, evidentemente fastidiada, ultimó la confutación llamándome ‘Don Ego’, rememorando la obra del escritor Nataniel Aguirre. Tras escuchar su apóstrofe, los otros acompañantes quedaron azorados. Ellos, como todo aquél que ha tenido la desventura (o placer) de conocerme, esperaban una discusión fenomenal, un combate donde yo fuera escarnecido por esta malhumorada razonadora.
Luego de agradecer el nuevo sobrenombre, me limité a señalar que, como sus apreciaciones exhalaban iracundia, no podía sostener esa controversia, pues corría el riesgo de ser agredido. Ella rió. Tras esa prueba de humanidad, empecé mi rebatimiento junto a William Godwin: “La fidelidad a una nación es igualmente equívoca. Si mi patria se empeña en una acción injusta, serle fiel es un delito. Si por el contrario la empresa fuera justa, debo contribuir a su éxito, pero no por ser ciudadano, sino porque así me lo impone el mandato de justicia”. Seguí después con Cioran, Ernst Nolte y Kant. Cuando desperté a Borges, el teléfono sonó; hablé veinte segundos, me fui en cinco. No hubo despedida, sino la exigencia de que siguiéramos vivificando el pleito. Esa noche, imaginé a Marte con forma de Venus.
El choque de dos ególatras suele producir estragos tan monumentales que ningún planeta puede soportarlo durante mucho tiempo. Afortunadamente, nuestras lidias fueron dulcificadas merced a exploraciones que derivaron en volteretas de alcoba. El racionalismo asexuado cedió frente a las demandas de ternura. Empero, alcanzar el apogeo no fue sencillo, ya que la devotería local había corrompido su lascivia: cada noche, procuraba derrumbar el fortín levantado por catecismos, misales, peregrinaciones, romerías, etcétera. Su sonrisa –todavía horizontal– justificaba mis acometidas; los avances geopolíticos fueron concretando ese inveterado anhelo de tomar el sur. Confieso no haber descubierto esa zona, mas me enorgullezco del trabajo hecho allí. Estoy seguro de que ningún mortal podrá suprimir mis labores colonizadoras.
La decadencia tuvo su inicio en el rechazo que siento por los amores civilizados. Ella requería leves formalismos; yo, impasible, sostuve siempre la inutilidad de hacerlo. Obviamente, las peleonas volvieron, pero ebrias de sensiblería. Reducido el debate a simultaneidad de monólogos, acordamos demostrar la prescindencia del otro. Orgullosos crónicos, no volvimos a vernos. Eso sí, cuando discutimos por última vez, evoqué unas palabras de Armando Soriano Badani: “Que ni el olvido nos una”.
Ayer por la noche, nos encontramos de nuevo. Curiosamente, junto con su novio, ella leía mi último libro. Me preguntó qué andaba haciendo en ese mentidero; le mostré a Pessoa y nos reímos bastante porque, para variar, aparecía acompañado de una botella. Glorificando la creación del autor portugués, su enamorado quiso segar nuestro gozo. Yo casi lo golpeo debido a que, mientras incurría en el ditirambo, acariciaba Volar sobre el pantano con su mano izquierda. Los dejé leyendo, destacando que mi antagonista hubiese optado por ayudar a los oligofrénicos de su querida patria.
Comentarios
No sé si las suyas, pero ciertamente provoca, tu texto, innúmeras sonrisas.
Un abrazo grande.
Estoy completamente segura que lograste hacerla sonreir.
Patriotismo... ciertamente un mal, un amor mas por la institucionalizacion que por el projimo.
muchos saludos, besos y abrazos desde la distancia, q estes bien :)
ah y por cierto el ultimo libro del q hablas en el post es el q estaba esperando??? porq viene una encomienda y ahi aprovecho para q me lo envien, avisame si es ese!!!
hummm así q fue un buen encuentro...felicidades!! seguro cumpliste con tu propósito...
adios!!!
Quanto à criatura de Marte e de Vénus, costuma-se dizer que "as mulheres são de Vénus e os homens de Marte", mas uma mulher que tem algo de Marte, é muito mais interessante.
¿A ella? Pobresita.
Quisiera entender como relaciones lo de Apádrida y lo Liberal en tu filosofia.
Seria interesante verlo en un nuevo Post.
Jorge
yo jamás discutiría con vos...
(porque me costaría toda una noche, por lo menos, digerir tu primer aseveración)
valiente ella, tiene en todo caso, mi admiración.
abrazos
Mi apreciado Enrique, es uno de los mejor posteos que te he leido, sera por que te delata un poco. Te digo un secreto 100%venusino???...esos "Don Ego's" son ODIOSAMENTE INOLVIDABLES. jajajaja. y como victima de un "Don Ego" te digo que a mi no me hubiera provocado risa. Quiza algo mejor.
El susodicho leia volar sobre el pantano?. brbbrbrbr. en fin.
Extranaba venir por tu espacio. te dejo un ABRAZOTE. y otro de anticipo de martes. CUIDATE MUCHO.
a los cuales puedo leer y leer, pero cuando escribe de temas que nacen del corazón, porque aunque no lo quieras admitir, te salen mejor. La riqueza de oraciones, la franqueza. ¿Es así el ser humano no? no tiene mas que el amor, el eterno tema, el que nunca se acaba, no tiene forma, todos tratan de hallarle una explicación. El buen matemático tratando de ponerlo en una fórmula, sin éxito.
Señor caído del tiempo. Ha sido un placer conocerlo. No por los halagos realizados a mi persona, sino por el simple hecho de poder estar dos ególatras sentados discutiendo de temas que la mayoría de las personas obvia. No hay más que sentimientos y pensamientos.
Te envío un correo con mis tesoros, vos ve si me ayudas a pulirlos. Señor caído del tiempo... sos un ególatra al cual recuerdo con cariño.
1. La literatura no es algo que pueda usarse para la vanagloria. Es simplemente una pasión que acompaña, una actitud o una sensibilidad hermosa y simple. Si es culta, bárbaro. Si está en el barrio, mejor.
Para mí, se trata de un gusto insaciable, que no necesita -aunque puede- ser compartido.
Escucharlo citar a cuánta gente ha leído, y con cuántas frases ajenas ha seducido a pobres farsantes como usted, se me figura como alguien que anda gritando: "MÍRENME, SOY UN PENDEJO PORQUE ME GUSTA LA LASAÑA",
"ADMÍRENME".
Hay otras formas de arte, ¿sabe?. El verdadero artista es el que comprende su papel en la obra, y se sabe imprescindible en su complementariedad con el resto. Vea a los intérpretes y verá con cuánta sencillez suelen evocar lo compuesto por otros, formando parte de ellos, pero sin pretender!
Observe en cambio, como muchas veces los creadores pierden toda noción de sencillez, creyéndose a sí mismos, la mentira.
2. Eso sí, es usted un político con mucho futuro mi querido amigo. "Agarrémonos de nuestros amiguitos y llenemos esta gradita que nos permite estar un poco más arriba que el resto, y no dejemos a nadie acercarse, a menos que nos ayude a subir otro poquito".
Okay, usted lee. Okay, lee política y filosofía. Sabe qué, esa increíble herramienta no significa nada si nunca en su vida ha formado un grupo de voluntariado, o planificado un actividad en la cual poder devolverle a esta sociedad la oportunidad que ha tenido.
3. Finalmente, una aclaración necesaria, creo que hay dos posibilidades. O usted es -muy en el fondo- un verdadero amante de la literatura (entendida como mucho más que las formas y preconceptos), en su camino a la liberación de su propia arrogancia (lamentablementa patética a veces).
O realmente he perdido mi tiempo esribiéndole esto, y no es usted más que un ilustrado "Poser".
Permiso.
Es un simple recelo que siente, por no sentirse igual de orgulloso de llevar su nombre frente a una idea propia.
A una persona sin pudor es mejor olvidar la idea de sus palabras, pues solo nos encontraremos con las causas de ellas.
¿Sencillez? Pues las cosas sencillas para los sencillos no?
Caballero Blancö.
Suerte la de la venusiana. A mí me toca un marciano que hable de Ché y revolución, y en lugar de romance solo produciría ese molesto tedio, bostezo y adiós.