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Prólogo de Manfredo Kempff Suárez - Conocí a Enrique Fernández García en La Paz, hace un par de años, por intermedio de Mariano y Fernando Baptista Gumucio, naturalmente que en algún acto cultural que hoy no recuerdo. «Este es un joven cruceño, lleno de inquietudes y talento, que promete muchísimo», me dijo Mariano, con agregados complacientes de nuestro querido y extrañado Fernando, fallecido hace poco. Si los Baptista Gumucio afirmaban eso, por algo sería. Y en efecto, poco después, leyendo algunas notas de Enrique, me sorprendí por su estilo impecable y culto, y por sus enormes conocimientos filosóficos, jurídicos, históricos y literarios. Pero, además, por su capacidad de análisis y de interpretación de las cosas, hecho poco frecuente en Bolivia. Los estudios de Derecho, la cátedra universitaria, la actividad periodística, su inquietud política, pero sobre todo su infinidad de lecturas, nos señalan que, como afirmaban quienes lo conocieron antes, estábamos fren...
Comentarios
1. Necesito urgente comprarme un diccionario (¡qué léxico!)
2. La mujer habitada le tiene miedo al dolor, yo a la filosofía (mirá que dejé de leer porque sentí la cercanía de un aneurisma)
y bueno, la verdad que tenés mucho por decir, buen sitio, a ver si avisás con tiempo lo del programa para poder verlo.
saludos
No hay peor norte que el ego.La inteligencia sin otro propósito es vanidad, inútil papel de celofán.
La pose como estilo destruye el talento. Souviens-toi.
Un abrazo
Carly