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Tinieblas de una revolución glorificada

Las causas nobles no disculpan los actos innobles. Tzvetan Todorov     Es inevitable que la versión de los triunfadores prevalezca. Esto pasa en las guerras, sublevaciones y combates que, por diferentes razones, los hombres han perpetrado desde su creación. No importa la cifra de atrocidades que los victoriosos hayan cometido; generalmente, sus víctimas pierden el derecho a la denuncia, siendo marcadas por las infamias, privadas del recuerdo histórico. Hay, pues, un relato que, sin mayores alteraciones, debe repetirse durante toda la eternidad. Así, la proliferación de virtudes impide cualquier crítica que tienda a aclarar los acontecimientos. La misión sería glorificar sucesos que, en algunos casos, no sirven sino para revelar las perversidades del ser humano. Cuando nos topamos con esta realidad, conviene levantar la voz e intentar que las alabanzas sean pulverizadas. Esto exige pronunciar verdades que, aunque carezcan de patrocinio editorial, puedan acabar...

Conocer, el presupuesto de nuestros quehaceres

El conocimiento no daña. Sólo pueden causar gran daño el malvado que usa conocimiento y el ignorante que se rehúsa a averiguar antes de actuar sobre el prójimo, o que pretende coartar la libertad de averiguar. Mario Bunge Conocer debe convertirse, sin excepción ni aplazamiento, en un hábito que todos practiquen. Nada serio puede objetarse respecto al aumento de nuestros saberes. Es el presupuesto de tareas que, como individuos críticos, nos incumbe cumplir. Descartada la opción de ser genios por inspiración divina, solamente mediante esa vía podremos abandonar las tinieblas. Porque no hay peor oscuridad que aquélla causada por la ignorancia. Sé que no es vital acercarse a la cultura, ilustrarse, ampliar el dominio de temas; sin embargo, desde nuestra óptica, no existen alternativas. Todo lo que hagamos en ese afán será fructífero. Una vez que comenzamos a incrementar los conocimientos, labores como juzgar, crear y actuar se hacen de manera satisfactoria. Al efectuar est...

Inmadurez y lamento marítimo

En el sepulcro no hay bastante olvido para aquesta injusticia sin sentido: penar por una deuda no debida y por la vida que no se ha pedido! Franz Tamayo La madurez ordena que reconozcamos nuestros errores. Lo último que alguien debe discutir es su completa inocencia. Generalmente, somos responsables del problema que afrontamos, así como de su solución. La inteligencia se advierte cuando superamos un obstáculo y no insistimos en contemplarlo, esperando a otro que pueda destruirlo. Mientras nos detengamos en hallar motivos que justifiquen nuestras equivocaciones, acusando al semejante de haberlas provocado, el estancamiento es seguro. A nivel estatal, la denuncia de enemigos externos que confabulan para multiplicar las desventuras se convierte en un despropósito mayúsculo. La regla es que esas imputaciones sean infundadas. No importa que, para exagerar la ofensa cometida por una república poderosa, el acusador se nos presente con vestimenta de mendigo. Esas tesis p...

El desafío de construirse a uno mismo

El enemigo no es un demonio maloliente ni el sistema todopoderoso, sino nuestra servidumbre voluntaria, esa afición tan común a cerrar los ojos y dormir tranquilos, suceda lo que suceda. André Glucksmann Debemos rechazar que las únicas opciones sean los dogmas, la frivolidad o cualquier especie de indiferencia. No tenemos por qué renunciar a la lucha librada en contra de las diversas expresiones del oscurantismo. Es fácil seguir el camino que marcaron quienes se ocuparon de sortear todo contacto con la cultura. Sin duda, las instituciones nos incitan a tomar esta ruta; empero, en muchas ocasiones, su seguimiento ha demostrado ser perjudicial. No tiene que afectarnos la inclinación del prójimo, menos aún si es aprobada por numerosos mortales. Esta vida puede ser aprovechada de manera distinta. Nuestra rebelión, la única que justifica esfuerzos incesantes, parte del individuo, respalda su desarrollo intelectual y jamás los traiciona. Teniendo esta convicción, consumamos...

Por una vida sin quejidos

Existir es morir y renacer constantemente, es transformarse elevándose cada vez más, purificarse de grado en grado, de círculo en círculo. Johann Wolfgang von Goethe Quien se sienta incapaz de afrontar un dolor, por más que éste sea leve, debe cerrar los ojos y lanzarse al vacío. Únicamente la muerte podría evitarle las aflicciones que, sin consentir salvedades, visitan a los hombres desde tiempos muy remotos. Porque nuestros problemas, aquéllos adecuados para privarnos del sueño, no tienen originalidad. La naturaleza que compartimos con las anteriores generaciones es evidenciada por necesidades comunes, tanto elementales como secundarias. En este sentido, esas penurias que nos aprisionan son similares a las de nuestros antecesores, cuyo sufrimiento fue asimismo precedido por experiencias parecidas. Aun en el campo de las ideas, varios interrogantes que han sido formulados hace veinticinco siglos nos siguen complicando la existencia. No es falso que los días en la Tie...

Los agentes del terror

los cuervos piden al cielo que tú vuelvas del infierno, pues tu muerte no ha sido suficiente. Pedro Shimose - El totalitarismo es un monstruo de varios rostros. Los historiadores hablan de hombres que, gracias a su ingenio, apetito y brutalidad, encabezaron gobiernos indiscutiblemente atroces. La existencia de individuos que se han apoderado del trono para no compartirlo con los demás, salvo lapsos extraordinarios, es un hecho bastante conocido. Pero, aun cuando esos caudillos se conviertan en el principal símbolo del régimen, por lo cual las responsabilidades son mayores, su ejercicio del poder dista mucho de ser solitario. Para consumar abominaciones, el líder necesita de vasallos que lo ayuden, seres dispuestos a liquidar enemigos e inmolarse en pro del proyecto político. Éstos son los peones que, obedeciendo lo dispuesto por su adalid, hacen funcionar una maquinaria despiadada. Es comprensible que su presencia provoque indigestión. A fin de colaborar con un...

Párrafos hastiados del crimen

La delincuencia merodea entre nosotros, pero ¡cómo nos guarecemos de ese golondrino en la axila que es el «delincuente»! Elías Neuman A veces, pese a creer en el perdón humano, incluso practicar una caridad que no es postiza, me complace imaginar los beneficios del fallecimiento de algunos sujetos. Es indiscutible que la sociedad puede prescindir de quienes optan por intentar estropearla, vulnerando sus convenciones, agrediendo a los mortales que desean vivir sin ser fastidiados ni perjudicar al semejante. Sé que, por diversos motivos, yo no podría tomar una escopeta y terminar con un par de malhechores. Lo fundamental es que tengo un legado judeocristiano difícil de suprimir, el cual me aleja del ajusticiamiento. Empero, esto no significa que, cuando tomo conocimiento del fin de violadores contumaces, asesinos a carta cabal, ladrones sin escrúpulos, me sienta un poco aliviado. Alguien sufrirá porque ese delincuente ya no respira, pero, por efecto de su deceso, un...

Invitación a la ilegalidad

La sobreproducción de leyes y disposiciones y, al mismo tiempo, la desidia y lentitud administrativas ocasionan la imposibilidad de aplicarlas en la praxis, lo que conduce directamente al corolario: obedezco pero no cumplo, como se decía en la era virreinal. H.C.F. Mansilla En este país que parece haber nacido bajo el signo de la desgracia, cumplir todo lo dispuesto por las leyes es complejo, quizá imposible de llevar a cabo. Uno de los problemas capitales tiene que ver con su cantidad. Pasa que, herederos del ordenancismo español, muchos bolivianos han cedido a la tentación de crear normas para solucionar cualquier inconveniente, concibiendo reglamentaciones tan minuciosas cuanto diversas. La pretensión es no dejar espacio alguno que pueda ser ocupado por la libertad; en consecuencia, los mandatos y las prohibiciones reinan con un poder descomunal. La excepción es que los individuos actúen autónomamente.  Además, en lugar de perseguir un acatamiento voluntario, ...

Artistas del tercermundismo

También es posible (y éste es el caso de América Latina) intentar la emulación, y al no tener el éxito esperado, refugiarse en la mitología como explicación para el fracaso e invocación mágica de un desquite futuro. Carlos Rangel La protesta de los latinoamericanos que, desde posiciones izquierdistas, se consuma frente al resto del mundo es patética. Son lamentaciones de hombres que no quieren asumir sus fracasos, por lo que inventan confabulaciones, enemigos y predestinaciones astrológicas. Según este criterio, hay aquí sólo sujetos que, cuando rompen el grillete de las oligarquías, acceden a un estadio supremo. El universo les habría otorgado una serie de dones que no admiten comparación alguna. Tristemente, aunque sean buenos por naturaleza, dignos del presente más placentero, la malicia de países con alma demoníaca les ha prohibido tener una realidad que sea grata. Serían, pues, víctimas de la voracidad que colonialistas e imperialistas han alentado durante varios s...

El intolerable triunfo de la corrupción

La moral colectiva en este punto, insisto, está absolutamente descarriada. Allí no es virtud común la honradez económica. Alcides Arguedas Admito que la burocracia es un mal necesario; no obstante, a menudo, sus vicios me terminan enfureciendo. No es suficiente la mediocridad de quienes integran esa casta. Nadie ignora que, salvando algunas excepciones, su designación fue producto del trabajo realizado a favor de quienes gobiernan; por ende, no se debe esperar una eficiencia ejemplar porque la contratación tuvo designios diferentes. La torpeza es un inconveniente que debemos acostumbrarnos a enfrentar en ese ámbito. A este problema, ciertamente severo, se suma otro que refleja la indigencia moral de su agente. Me refiero a la corrupción, ese oprobio que logró ser idolatrado por cuantiosos sujetos. Los cohechos, la defraudación y las malversaciones de fondos públicos continúan siendo irritantes; no importa que muchos lo consientan. Sin duda, mientras tengamos vida, vale ...

Frente a la frustración liberal

-   - El hombre es capaz de rectificar sus equivocaciones por medio de la discusión y la experiencia. John Stuart Mill -   Cuando Sebastián Piñera Echenique triunfó en Chile, la emoción de las personas que apuestan aquí por el liberalismo era descomunal. La victoria no debía celebrarse sólo en ese país, pues, cansados de los avances del populismo latinoamericano, todos merecíamos festejar lo que parecía principiar una nueva era. Cabe aclarar que, como no soy siervo de la ingenuidad, nunca imaginé soluciones mágicas. No es accidental que, desde su creación, estas naciones hayan sufrido las perversiones del autoritarismo. Como lo han diagnosticado varios pensadores, el problema de fondo tiene una índole cultural. Son muchas las generaciones que fueron formadas en la escuela del rechazo al individuo y su libertad. Prácticamente, se ha considerado normal incentivar las predilecciones que fundan el sueño de materializar utopías colectivistas. En este escenario, resul...

Alcides Arguedas, apóstol de la crítica

Por eso, si bien muchos de sus trabajos carecen del rigor científico, su obra tiene el valor de una profunda requisitoria moral. Guillermo Francovich La crítica nos salva del aburrimiento, pero también de las estupideces que pueden dañarnos. El día que ningún hombre tenga una queja, mayor o insignificante, la vida se habrá terminado. Es que, mientras existamos, las insatisfacciones se darán en múltiples terrenos. La idea de concretar una felicidad que sea total es ilusoria; por ende, los descontentos jamás desaparecerán. Lejos de ser negativo, esto es conveniente. Pasa que, cuando surge una voz contradictora, la posibilidad de mejorar se hace presente. El progreso que han gestado los individuos está lleno de verdades, conjeturas y refutaciones. La uniformidad de opiniones habría producido sólo estancamiento. Ello hace que uno valore a quienes fueron censores de su época. Reconozco que, por la condición de moralistas, estos mortales pueden ser peligrosos cuando tienen p...

La miseria de algunas indignaciones

- - Pero hoy todas esas personas quieren hacerse oír y, por desgracia, en algunos casos, solo nos hacen sentir su imbecilidad. Umberto Eco - No hay obra humana que sea perfecta. Ninguna cumbre alcanzada por los individuos se debe juzgar insuperable. Es difícil aceptarlo cuando uno ha leído a Borges, contemplado las creaciones de Miguel Ángel o escuchado al virtuoso Wagner; sin embargo, no cabe rebatir esa premisa. En este sentido, aunque resulte fastidioso, todo puede ser objeto de crítica. Naturalmente, los cuestionamientos son mayores cuando se trata de temas que, aun sin nuestro consentimiento, nos afectan. Esto es lo que sucede con la política, volviendo factible cualquier reclamo formulado en ese ámbito. Es que allí no existe nada inmutable, sacrosanto, eterno. Habiendo sido forjadas para permitir el desarrollo de los sujetos, sus instituciones admiten transformaciones. Gracias a estos avatares, en general, la convivencia mejora. Considerando sus secuelas, beneficiosas p...

Lo que ninguna marcha debe hacernos olvidar

- - Pensar contra la corriente del tiempo es heroico; decirlo, una locura. Eugène Ionesco - Lo ideal es que nada perturbe nuestra capacidad de pensar. Siguiendo a Sartre, no refuto que el hombre sea definido como un ser en situación , por lo cual existen sujeciones y límites ineludibles, aptos para afectarnos. Estamos rodeados de fenómenos que, en cualquier momento, pueden tentarnos aun a contradecir principios defendidos anteriormente. Nadie está libre de que los infortunios lleguen a su vida, terminando con la serenidad e impidiendo un análisis sensato del asunto que pudo haberlos causado. Con todo, si aspiramos a tener un juicio razonable acerca del presente, no debemos permitir que ciertas contingencias nos cieguen. Es obvio que, siendo fuertes las convicciones, ningún postulado sufrirá cambios. Lo lamentable es que incalculables sujetos se caracterizan por llevar a cabo una protección endeble de sus creencias. El aprecio que siento por la libertad nunca será leve. Est...

Los nuevos opositores

- - ¿Te llamas libre? Me interesa tu concepción dominante, no que has sacudido un yugo. Friedrich Nietzsche - Ellos son quienes no cuestionaron las arbitrariedades cometidas, con gran descaro, durante los últimos años. En más de una ocasión, elogiaron las medidas que aplicaba un gobernante inclinado al autoritarismo, encabezando mítines, principiando aclamaciones. Recuerdo haber visto sus bailes, desfiles y brindis por los avances de un proceso que merece la peor diatriba. Sus discursos estaban recargados de las adulaciones que los tiranos desean escuchar. No advertí ni siquiera un mínimo de vergüenza mientras pronunciaban esas imbecilidades. El fanatismo era manifiesto; sus demostraciones, vomitivas. Compitiendo por conseguir la venia del caudillo, esos sujetos fueron los que, ante las primeras persecuciones judiciales, despreciaron a sus víctimas, presumiendo culpabilidades en delitos de toda naturaleza. No hubo ninguna turbación del espíritu, menos aún autocrítica, cuando ...