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El Embajador Adjunto

Tras una revolución, se ve a los mismos hombres en los salones, y al cabo de una semana, también a los mismos aduladores. George Savile Toda persona tiene derecho a respaldar un disparate; sin embargo, el servilismo y las hipocresías serán siempre dignos de la censura. La equivocación se presenta en nuestras vidas con una frecuencia estremecedora. Nadie ignora que, hasta la finalización de sus días, el error lo acechará sin conmiseración. El problema es que, pese a tener certezas sobre la insensatez de una posición, no sólo se opte por defenderla, sino también sean empleadas las mentiras para predicarla. Éste es el caso de los oficialistas en Bolivia, algunos menos repugnantes que otros. No es una exageración sostener que pocos especímenes superan a sus agentes al encarnar el peor concepto del cinismo. No se trata de recurrir a la falsedad por tener esa vivencia; el objetivo es obtener ganancias, consolidar privilegios, incrementar favores. Incapaces de valerse por su pro...

Entre la masificación y el elitismo

Habéis recorrido el camino que va desde el gusano hasta el hombre y mucho del gusano existe todavía en vosotros. Un día fuisteis simios y hoy sigue el hombre siendo más simio que cualquier simio. El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre. Friedrich Nietzsche En 1930, José Ortega y Gasset publicó La rebelión de las masas , una obra que le aseguró un sitio privilegiado entre los pensadores del mundo entero. Si bien es verdad que sus meditaciones han sido empleadas para suscitar debates sobre el estado de las comunidades occidentales del siglo XX, es todavía dable discutir al respecto. El problema percibido entonces no ha dejado de agudizarse. Hoy, pese a los años transcurridos desde aquel suceso, existe un razonamiento suyo que resulta bastante útil para aventurar una mejor comprensión del presente: «La sociedad es siempre una unidad dinámica de dos factores: minorías y masas». Sin importar su nacionalidad, no habría sociedad que careciese de dich...

Un disparate conocido como militarismo

No pretendimos que nuestra agencia de defensa común nos debiera «gobernar» del mismo modo que no se pretende que el guardián de una fábrica actúe como el gerente general de la empresa. Leonard E. Read En La República , Platón concibe una utopía que serviría para organizar las sociedades humanas. En su Estado, supuestamente perfecto, se distinguen tres clases: sabios, cuya misión es gobernar; guerreros, llamados a defender el cuerpo social; por último, artesanos y agricultores, que debían ocuparse de su alimentación. Por consiguiente, según esa propuesta, los hombres de armas no gobiernan, pues ello incumbe a quienes son filósofos. Sin embargo, durante todas las épocas, esos protectores del orden han cedido a la tentación de influir, por su cuenta o gracias a terceros, incluso mediante códigos y costumbres, en los asuntos del Gobierno. Todavía hoy, tiempo favorable a la censura de sus aventuras políticas, puede percibirse el valor que se les concede. El temor a su insubo...

El castrismo, una infamia cautivadora

Fidel Castro es el hombre más tierno que he conocido. Gabriel García Márquez El planeta está lleno de necios, embusteros y malhechores que, pese a tener defectos muy notorios, cautivan al prójimo. La lucidez nunca fue indispensable para persuadir a un individuo de apoyar una causa. Tampoco, desgraciadamente, se ha necesitado que un hombre de moral impecable, alguien digno del encomio más sincero, nos invite a respaldar una ocurrencia para patrocinarla con entusiasmo. Lo cierto es que no se requiere de grandes talentos para recibir la colaboración del semejante cuando, ante todo, apelamos a sus sentimientos. La consagración de aventureros obedece a este entendimiento, puesto que sus partidarios son alimentados por las pasiones, excluyendo los mandatos racionales. Conmovidos por la cruzada que desearían protagonizar, encuentran en sus ejecutores a sujetos idóneos para ser venerados. La identificación con su lucha puede ser tan fuerte que, en ocasiones, toda una generaci...

Siglo y medio de Weber, un gladiador intelectual

Los verdaderos filósofos son, en cambio, identificados con el médico. Como éste, utilizan el bisturí –en este caso el pensamiento– para realizar la disección de los valores de su tiempo. No son justificadores de valores preexistentes, sino son legisladores, creadores de valores. Julio Pinto Los aportes a la ciencia no son incompatibles con el compromiso intelectual. Suponer que un académico deba eludir las polémicas en el ámbito público, así como los cuestionamientos al gobernante, no es sino una imbecilidad. Se trata de hombres que, en general, tienen una irrefrenable inclinación a concebir explicaciones, pero también se rinden ante la tentación de formular nuevas preguntas. No reconocen ningún terreno que sea infértil para las indagaciones; tampoco, estando la soberanía entre sus virtudes, admiten los frenos al impulso crítico. Libres para investigar, tienen asimismo esa condición cuando llega la hora de lanzar juicios acerca de su realidad. No importa que muchos de s...

El provecho del sadismo sin sexo

Apoyadas por el sentido común (es decir, la opinión de todos los demás), nuestras creencias nos parecen tan bien fundamentadas, de hecho evidentes, que por lo general nos abstenemos de indagar su validez. Zygmunt Bauman Las condenas morales de una época deben estar siempre abiertas al debate. Siendo la falibilidad una característica del ser humano, no corresponde que descartemos el error al momento de censurar un comportamiento. Entiendo que hay casos en los que, por su manifiesta maldad, las dudas parecen sobrar; sin embargo, la situación no se presenta indefectiblemente con esa contundencia. Convencidos de que buscar la verdad es una tarea inagotable, cabe actuar con firmeza, pero nunca rehusarse a las discusiones, reconsideraciones o autocríticas. Siguiendo esta línea, todos los juicios que, en diferentes ámbitos, fueron realizados por personas pueden ser objeto de cuestionamientos. Así, como las normas que rigen la conducta suelen variar con el tiempo, las recriminaci...

Religión e infierno político

Así como no debemos dar la misma ventaja al verdugo y a la víctima, al bien y al mal, no debemos tolerar la neutralidad ni la condescendencia abierta con respecto a todos los regímenes de discurso, incluso los de pensamiento mágico. Michel Onfray Según Immanuel Kant, la filosofía mundana, distinta de aquélla que tiene carácter académico, cuenta con cuatro preguntas fundamentales: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?, y, por último, como resumen de lo anterior, ¿qué es el hombre? Si bien es cierto que ese autor asocia el tercer interrogante con la religión, destaco que una confesión, sin interesar sus particularidades, procura también regir el comportamiento de las personas. En otras palabras, gracias a sus dictados, los individuos sabrían qué hacer, permitiéndose la elección de lo bueno. Esos mandatos colocan la libertad en un marco para su ejecución; excediendo estos límites, el sujeto sería susceptible de sufrir una sanción, aunque sea de tipo intern...

Cien años de un escritor indócil

Pero la persona también fue importante, porque es difícil siempre ser fiel a uno mismo durante toda una vida, sin dejarse domesticar por nada ni por nadie, tratando de mantener incólume la independencia y de manifestar libremente la rebeldía cuando se terciara. Juan Gallardo Muñoz Aunque ningún individuo esté condenado a transitar el camino de sus antecesores, pues es factible crear una ruta singular, incluso contradictora de la familia, hay fenómenos que nos afectan con intensidad. Un comportamiento, al igual que una o más ideas, puede resultar decisivo cuando se forja el carácter. En el caso de Octavio Paz Lozano, poeta, ensayista, dramaturgo, periodista, profesor, diplomático y filósofo, la combinación de las letras con el compromiso político obedece a una herencia que merece admiración. Ireneo Paz, su abuelo, fue un escritor que no tuvo problema en recurrir a las armas para salvaguardar sus convicciones liberales. Su ejercicio del periodismo reflejó el rechazo a l...

Maduro, la seducción del tiranicidio

La Ley Capital no es una ley constitucional sino una ley ultraconstitucional, esto es una ley, una institución jurídica imaginada por la ciencia política para restaurar o reponer la Constitución democrática cuando ésta ha dejado de ser por el crimen de la tiranía. Franz Tamayo No hay que idealizar al prójimo. Entiendo que, movidos por sentimientos nobles, muchos hombres se niegan a notar males incorregibles en el semejante. Durante siglos, aun milenios, se ha sostenido, con candor, que todos los individuos podrían ser transformados. De acuerdo con esta creencia, tanto la incultura como el cretinismo de las personas serían vencibles. Nada fundaría la urgencia de tomar precauciones, evitar la relación con gente que pusiera en peligro nuestra paz. El optimismo es tal que, sin dudarlo un instante, se habla también de cambios más profundos, conversiones en favor del bien. Ni siquiera los asesinos de mayor desfachatez, cuya presencia en el orbe nunca fue decreciente, motiva...

Para una condena definitiva del marxismo

El poder político de las ideas filosóficas –y muy a menudo de ideas filosóficas dañinas, inmaduras o directamente estúpidas– es un hecho que bien podría deprimirnos e incluso aterrorizarnos. Karl R. Popper No existe otro pensador del siglo XIX que haya influido tanto en este planeta. Si bien es cierto que Nietzsche, su contemporáneo, ha sido elogiado desde hace décadas, las repercusiones provocadas por Karl Heinrich Marx son incomparables. Al respecto, en cuanto a lo eminentemente intelectual, conviene apuntar que su libro El capital es uno de los más editados y traducidos. No asombra que, teniendo millones de lectores, algunos se decantaran por concretar sus anhelos, transformando las sociedades en donde habitaban. Esas aventuras, cuya consumación no conoce aún el hastío, impiden que el defensor del socialismo científico sea olvidado. No importan sus imprecisiones, absurdos e insensateces; los seguidores amenazan con acompañarnos hasta cuando la Tierra se convierta ...

Virtudes republicanas, molestias para el tirano

La república no es nada, sólo un nombre sin sustancia ni forma. Cayo Julio César Desde la Edad Antigua, gracias a Platón y Aristóteles, entre otros pensadores, se ha discutido acerca del mejor modo de organizar políticamente una sociedad. Un debate central tiene que ver con la decisión de respaldar el Gobierno de las leyes o aquél sometido a cualquier antojo de los hombres. No es un tema menor, pues, gracias a la estructura que se levante, pueden multiplicarse los infortunios. Lo señalo porque, a partir del año 527 a. C., quien plantea la instauración de repúblicas tiene como ideal establecer un régimen en donde reinen las reglas jurídicas. Todos, tanto gobernantes como administrados, contarían con la obligación de cumplir las normas que sean adoptadas para regir nuestra coexistencia. Siguiendo esta lógica, ninguno estaría libre de ser castigado por incidir en su incumplimiento. Subrayo que, aun cuando parezca demasiado elemental, este principio continúa siendo difícil ...

Orwell y su militancia por la libertad intelectual

Llamamos espíritu libre a quien piensa de un modo diferente a como cabía esperar atendiendo su origen, su medio ambiente, su situación y su fundación, o las opiniones predominantes en su época. Friedrich Nietzsche Las desilusiones ideológicas sirven para probar la ética del hombre. Luego de haber defendido sistemáticamente una teoría, destacando virtudes y promoviendo su puesta en práctica, es difícil aceptar que el mundo sea inconciliable con los sueños despertados durante varios años. La utopía está condenada, sin excepción, a mantener su pureza mientras no rebase las fronteras poéticas. La norma es que, cuando se busca una sociedad perfecta, en donde los problemas resulten inexistentes, las corrupciones cundan por todas partes. Por lo tanto, aunque nuestras convicciones más preciadas sean afectadas, para evitar daños al prójimo, es necesario que se revelen esas marchas hacia el abismo. Podemos conservar el anhelo de terminar con las injusticias; asimismo, es realizab...