Fuera de las fronteras bolivianas, la notoriedad ganada por Juan Evo Morales Ayma se ha logrado bajo el signo del engaño. Explotando la patraña de los aborígenes inclinados fatalmente hacia el bien, abonada por Bartolomé de las Casas, Rousseau y otros cenutrios, los oficialistas han proyectado una imagen embustera, trabajado un fingimiento que no pueda cuestionarse sin producir, al mismo tiempo, exhortaciones solidarias en distintas partes del mundo. Con todo, el disfraz ideológico no asegura que nadie note las trapacerías, revele los malsanos designios del impostor.
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Comentarios
Lo que si te aseguro es que ha existido un gran despertar en el pueblo Boliviano, y a corto plazo, eso es lo que realmente importa.