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El vacuo ensalzamiento de Guevara


«I would never die for my beliefs because I might be wrong».
Bertrand Russell
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Películas, canciones, ensayos, novelas, cuentos, poemas, biografías, estatuas, fotografías, carteles, murales, pinturas, calles, avenidas, plazas, tatuajes, camisetas, gorras: Ernesto Rafael Guevara de la Serna mancilla el mundo entero con su efigie. Sin embargo, el numeroso discipulado que lo reverencia no enerva la posibilidad de objetar su estimación; al contrario, hacerlo se torna imprescindible para demostrar mi seriedad en cuanto a las valoraciones personales. Respecto a esto de no dejarse arredrar por el crédito o reputación chabacana, H.C.F. Mansilla ha opinado luminosamente que “una vasta popularidad no garantiza la veracidad de las creencias colectivas y de los mitos intelectuales, y mucho menos la calidad y durabilidad de un experimento socio-político”. La imagen barbuda puede seguir exornando cuerpos multiformes e incrementando el romanticismo entre las nuevas generaciones de mentecatos; no obstante, ninguna apoteosis me asegurará jamás la contundencia del afamado. En consecuencia, procedo a reflexionar lejos de sus apologistas.
El asolamiento de idearios que se presuponen incuestionables es posible cuando escuchamos a su heraldo sin mortificar la exposición. Un mentís genial depende de la cordura que tengamos al escrutar los planteamientos ajenos. Antonio Machado lo explicó así: “El Demonio, a última hora, no tiene razón; pero tiene razones. Hay que escucharlas todas”. Yo, durante la pubertad, leí todos los apuntes del diarista guerrillero; seguí, acompañado de una febril atención, los sucesos que se produjeron en tierras bolivianas. Admito incluso haber escudriñado sus alocuciones, luengas pero efectistas, buscando la empenta de su fama mundial. Hoy, diez años después, pese a mis convicciones liberales, no me arrepiento de haber estudiado dichos escritos: el análisis del guevarismo ha sido salubre porque aniquilarlo causó un notable crecimiento intelectual. Sin duda, fulminar el mito del revolucionario humanista e ilustrado debería ser una misión promovida por quienes se consideran enemigos de la impostura.
El humanismo que se le atribuye no merece ninguna credibilidad. La década de los años sesenta del siglo pasado nos proporcionó una demostración concluyente de su barbarie. Esa misma persona que había disertado sobre las libertades individuales y el bienestar mundial se irritó cuando Nikita Kruschev acordó con John Fitzgerald Kennedy no instalar los misiles que fueron enviados a Cuba para inquietar al cíclope nórdico. Le importó poco el sosiego de sus congéneres; detrajo al camarada ruso porque no quiso principiar la mayor conflagración que hubiese conocido este planeta. Él era tan cavernario que hubiera preferido la Tercera Guerra Mundial a una convivencia serena entre las potencias del orbe. En esta misma línea, debo recordar que su ‘altruismo’ lo llevó a patrocinar la ejecución de adversarios políticos; es decir, refutaba las impugnaciones del rival con balas o vapuleos carcelarios. No es casual que se le haya encomendado La Cabaña (fortaleza donde los oposicionistas eran vejados). Esta faceta tremebunda posibilita invocar a Camus: “Pero los campos de esclavos bajo la bandera de la libertad, las matanzas justificadas por el amor del hombre o el gusto de la sobrehumanidad, dejan desamparado, en un sentido, el juicio”. Debido a que el autoritarismo reniega del debate, la democracia deliberativa de Jürgen Habermas le habría producido arcadas.
Su ineptitud como estratega se puso de manifiesto en los terrenos militar y burocrático. Descontando sus palmarios fracasos en Argentina, Perú y Congo, es difícil imaginar aventuras tan disparatadas como aquélla que lideró en Ñancahuazú, o emprendimientos modernizadores más calamitosos que los adoptados cuando fue funcionario del régimen castrista. Actuando con temeridad, pensó que dirigir el Banco Nacional o Ministerio de Industrias era una nonada, puesto que su estadio revolucionario lo autorizaba para asumir cualesquier cargos. Pero el pauperismo cubano probó que las arengas no bastan a la hora de ser productivos. Finalmente, recordando los absurdos antológicos, el hecho de haber cuestionado las políticas observadas por la ex Unión Soviética y China en lo referente al financiamiento armamentístico del Tercer Mundo es otra evidencia más del idiotismo guevariano.
“Morir no basta: hay que morir a tiempo”. Esta sentencia de Sartre cobra importancia cuando examino a sujetos que, como el revolucionario aludido, tuvieron la ventura de fallecer orlados del prestigio compuesto por sus admiradores. Ciertamente, Guevara ha servido como símbolo de la izquierda porque, cuando pereció, la senectud no había empezado a desmejorar su organismo: tenía el semblante perfecto para levantar las ensenadas de los miserables, estimular al zopenco que cree en sus trapacerías anticapitalistas, irradiar la mística exclusiva del paladín carismático. En suma, el único acierto que tuvo fue finar –o dejarse matar– cuando su notoriedad era envidiable. Aclaro que los motivos de su inmolación no merecen alabanzas, pues ninguna defensa ideológica se cambia por la vida. Existiendo alternativas democráticas, civilizadas, sólo quienes son dogmáticos radicales pueden cometer la insensatez de morir por sus doctrinas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Cuánto talento perdido!
Me parece increíble Enrique, que no tengas la franqueza de reconocer que la lucha del Che ha sido uno de los acontecimientos históricos más nobles e inspiradores del siglo veinte. La decepeción tal vez se deba a que las charlas que tuvieron el año pasado con Roberto Barbery en Fisuras (ya había leído tu libro contra los medios y el de la universidad), me hizo pensar que tu línea era distinta. Sin embargo queda la esperanza de que acompañes el cambio, y dejes las posiciones reaccionarias.
Nada más. Yo no caería en los insultos fascistas, un intelectual comprometido no lo hace.
Anónimo ha dicho que…
Enrique, el comentario de "el vengador anónimo" refleja el dogmatismo de aquellos que creen tener la verdad absoluta y que no comprenden que el fascismo puede ser tanto de "izquierda" o de "derecha". La utilización permanente de adjetivos calificativos de este personaje refleja su necesidad sicológica de encasillarse en categorías vacuas: acompañes el cambio, es decir, el cambio que él desea; dejes las posiciones reaccionarias, es decir, asumas solo las posiciones reaccionarias que él desea; el intelectual comprometido tiene que seguir la línea que él desea; etc. etc. En resumen: el afán totalitario, homogenizador, absolutista, clasificador y fascista en su máximo esplendor.

Que dificil es tener el espiritu libre!
Jorge Ferrufino ha dicho que…
Reconosco al "che" como un individuo dotado de mucha voluntad. Como la tuvieron otros "personajes" en la historia. Pero también reconozco su estupidez.

La cuestión de como veo al "che" no importa realmente. EL caso es el tipo de imagen que tuvo después. No gracias a su "genio", porsupuesto.

Su imagen ha sido galardonada por poetas, políticos y demás románticos.

El che fue una persona dotada de voluntad que tuvo la contingencia de ser lo que fué. (comunista, barbudo, etc. etc.)

Es idolatrado mas que todo por sus supuestos ideales. "Su gran lucha por la libertad del pueblo".

Pura palabreria. Que importan sus hechos, lo verdadero son las causas de sus hechos.

En fin podemos hablar mucho de su personalidad. La cuestión es que la masa crea a estos hombres grandiosas, por su nesecidad de venerar, de subyugarse para sentirse iguales entre sí.

Caballero Blancö
Anónimo ha dicho que…
Despues del viaje por diferentes parte de Lationamerica, Ernesto Guevara ya no seria el mismo, sino el Che. ese viaje le mostro la realidad Lationamericana, ese viaje le enseno y mostro por lo que hay que luchar. viajar educa, dice un principio y estoy segura que por lo que el lucho es por lo que ahora se lucha: igualdad y justicia. interesante el analisis que haces, el Che para mi fue un hombre con ideales y suenos asi como muchos otros hombres importantes de la historia. creo que su pero error fue haber caido bajo la influencia de Fidel, quien a mi manera de interpretar la historia fue quien envio al che a Bolivia a morir.
Saludos
Anónimo ha dicho que…
Si no morí por amor, imaginate si moriría por alguna idea ¿?

Lo más bello de la vida es poder cambiar de manera de pensar, de creer, de actuar y de sentir cuando nos de la gana.
Eve ha dicho que…
Hoooooooooola!!!! como estás????!!!!
mmmmmm.....ya que mi análisis es muuuuuuuuuuuyyy extenso ....paso a saludarte brevemente (no más) jijijijij
y mandarte 5439 besitos!!! y 1 abrazote caído del cielo :)
uppsss!!! digo....del tiempo :)
jorge angel ha dicho que…
Contagiosa pelotudez esa, ensalzar el "humanismo" de alguien que te hubiera llenado de plomo si no pensabas exactamente como él.

abrazos
Renata Avila ha dicho que…
El ensalzamiento es más del Ché. Pero atrás del mito, estaba el hombre, el niño. Como un Serendipity, leí tu blog el día que encontré entre mi desorden (abominable a tu orden germano)Los Cuadernos de Praga, de Abel Posse. Eso, y un poster de Kafka que me regalara una amiga este sábado, me invitaron a escribirte en mi blog, no una respuesta, solo una simple observación.
Unknown ha dicho que…
Admito que no he leído lo que habéis escrito en este post....
solo paso a saludarte, con melancolía de aquella voz que rechina en mis oídos :P jajajaja

Pasare luego a leerte, nunca ha sido en vano.

:)
besho!
Anónimo ha dicho que…
y uds. ¿no quieren o no quisieron cambiar el mundo?.....este es el otro humanismo que ve la paja en el ojo ajeno y voltea al otro lado para no ver las grandes injusticias existentes, te recuerdo que Guevara fuè un hombre, solo un hombre y el que estemos escribiendo acà sobre lo vacio o no de su fama puede significar que no fuè un hombre tan comùn ni tan corriente como nosotros, que yo sepa Guevara no muriò lleno de riquezas materiales (que al final se quedan, Aristotèles buscando diferencia entre los huesos del padre de Alejandro y los de sus esclavos) como muchos que conocemos acà en Guate, riquezas fruto de injusticias y delitos (no hay riqueza que no tenga un muerto escondido en el closet, ¿sabìas eso?). Afortunadamente nosotros somos tan "civilizados" que perdemos el tiempo en discusiones bizantinas, olvidandonos de muchos de nuestros congeneres que por necesidad o por desesperaciòn necesitan creer y tener redentores al final creo que posada carriles lo serà, para algunos, tambièn, y no necesitamos llenarnos de plomo x no pensar igual. saludos,
sergio.
Noelia!!! ha dicho que…
lo vi este post publicado en El Deber... bien choquito famoso te estas haciendo...
Anónimo ha dicho que…
Se extrana leerte. un abrazozozozozote. Carolina
Don Juan de Sarco ha dicho que…
Lo más coherente que he leído sobre el che...
locotopicante ha dicho que…
Enrique, me sentí tentada a responder. Creo que todo hay que ponerlo en contexto. Estamos hablando de una época en que latinoamérica estaba plagada de dictadores, en que se ejecutaban aberraciones como el PlanCóndor, en que la gente desaparecía por pensar diferente y en que las "ideas" contrarias ya no eran suficiente para hacer frente a todo un aparataje que se movió en conjunto con el fin de neutralizar la "amenaza comunista". El Che fue una persona que nació en una familia acomodada, cuyo status le hubiese permitido vivir de una manera mucho más desenfadada, cruzarse de brazos y soñar con que el mundo fuera bonito. pudo dedicarse a escribir y bajo la excusa de ser artista, intentar no pringarse con los temas políticos, como muchos hacen hoy en día. Sin embargo, prefirió vivir en condiciones que no representaban a su status social, prefirió intentar cambiar las cosas de la manera que su época lo exigía. No digo que sea un santo ni un héroe. Al contrario, creo que como guerrillero dejaba mucho que desear, lo de Bolivia fue una boludez total, donde pecó de una ingenuidad y una terquedad que ya había demostrado antes. Me rehúso a pensar que era un mal tipo, porque por lo menos fue consecuente. No quiso tranzar con los soviéticos para no pasar del imperialismo americano al ruso, aunque tenían ideologías similares. Fidel siempre fue mucho más práctico, más realista, más estratega, menos pelotudo. Y eso ya está confirmado por cómo se ha mantenido en el poder.
No creo que al Che haya que juzgarlo por su vida de guerrillero sin ponerlo dentro de un contexto histórico realmente jodido...pero muy, muy jodido para los latinoamericanos.
A mí me parece loable que el cojudo haya dado la espalda a su dinero, a su posición, a su vida cómoda para ir tras lo que él pensaba que era correcto. Nunca lo hizo por dinero, y eso nadie puede echárselo en cara, tampoco lo hizo por figurar, porque de ser así se hubiese quedado de Ministro viajando por el mundo dando discursos a diestra y siniestra.
lo que se admira del Che es simple y llanamente, que fue un líder consecuente y comprometido con su época. Un tipo que además del fusil se preocupó por nutrirse culturalmente, que leía mucho, que disfrutaba del arte, y obviamente no fue perfecto...
Ahora una cosa no te discuto, me parece una barbaridad la mediatización de su imagen, ni para bien ni para mal me parece adecuado el rumbo que tomó la figura del Che. Hay gente que se pone la polera sólo para verse "cool", sin siquiera saber algo sobre su vida. Hay otros que lo rechazan porque lo asocian con movimientos como el MAS, el MRTA, etc..que lo usan de bandera, cuando en realidad no tienen nada que ver aparte de una supuesta línea ideológica.
Hay otros que lo critican porque el resto del mundo creó una figura mesiánica con la que el mismo Che jamás hubiese comulgado.
Tampoco estoy de acuerdo en que ninguna defensa ideológica se debe cambiar por la vida, ya que los grandes acontecimientos históricos han sucedido gracias a la pérdida de muchas vidas, de valerosos ideológos que se dieron cuenta que a veces para romper las cadenas, hay que pasar de la palabra a la acción. Si no fuera por eso, seguiríamos siendo esclavos de los españoles.
En fin, un saludo...
Anónimo ha dicho que…
Creo que la frase de “Morir no basta: hay que morir a tiempo” es,sin duda, la mejor explicacion del fenomeno del Che. Ya sea que haya sido intencional o no, le dio un matir a la causa socialista ; Un martir nunca esta demás..

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