Es cruel descubrir la mediocridad de uno sólo cuando ya es demasiado tarde . W. Somerset Maugham Conforme a lo explicado por Bertrand Russell, somos los únicos animales que nos sentimos infelices. En efecto, salvo el ser humano, ninguna otra especie puede contar con esa experiencia. Porque no me refiero al dolor, que toda criatura puede conocer, sino a un estado en donde nuestro proyecto de vida resulta frustrado. Estando así, por la causa que sea, el malestar nos acompañará entretanto hallemos razones para sobreponernos al problema, lo cual puede ser difícil. A veces, en casos extremos, la situación se vuelve tan grave que conduce al suicidio. Sin embargo, es también posible que abandonemos cualquier lucha y optemos por un camino menos complejo: la resignación. De este modo, aquello que molestaba será cada vez menos punzante, llegando incluso a considerarse parte de la normalidad. En este sentido, ya no habrá sitio para la queja, sea ésta por asuntos privad...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.