-
-
-
Hay épocas hechas para diezmar los rebaños, confundir las lenguas y dispersar las tribus. Alejo Carpentier
- El fragor que sacudió a quienes iniciaron su obra destructora y ramplona en Bolivia, hace menos de cinco años, fue debilitándose hasta ser sólo una raquítica parodia del pasado. Nadie objeta que, durante aquellos días signados por la inclinación al desacato, cualquiera podía figurarse lo futuro como un tiempo mejor, incluso merecedor de sacrificios relacionados con el ocio. Hubo poco sitio para las desesperanzas, pues primaba la confianza en nuestra supremacía. Lógicamente, no me refiero al número de personas que apoyaban el proyecto, sino a la excelencia del ideario defendido. No debe haber ninguna duda respecto a la grandeza de una resistencia que, con algunas excepciones, fue pródiga en gallardía, mas también pudo formular propuestas elogiables. Habiendo conocido que la libertad se sobrepuso siempre a las tiranías, el advenimiento de triunf...
Olviden la ordinariez que infesta nuestra sociedad, los deberes preceptuados por las agendas laborales y el diplomático recurso de no insultar al prójimo... Caerse del tiempo demanda una extravagancia posmoderna: vivir, aunque sea un instante, con total libertad.